domingo, 9 de septiembre de 2018

SI ME QUIERES BIEN

Fotografía Santi Castaño


Te quiero mío si me quieres

Te quiero feliz y no ahnelante,
te quiero ver reír de nuestras tonterías
te quiero besar cada día

Si me quieres, no te vayas nunca
Si me deseas, no dejes de follarme

Te quiero fuerte, mirando siempre adelante

Te quiero con tu nariz, con tu boca

Te quiero cariño, 
mi vida, tu vida, tus cosas, las mías

El día que te vayas,
también seré feliz, 
príncipe, tesoro, mi amor
mi día a día

Porque no logro pensar una vida sin ti,
pero menos, una vida contigo sin que tu ombligo quiera mis besos

No te quiero inseguro,
no te quiero llorando por mí, si no es de alegría

No te quiero pensando en otra a mi lado

Solo te quiero si me quieres

miércoles, 5 de septiembre de 2018

BALA PERDIDA


Así vamos la mayoría por la vida,
balas perdidas que buscan un refugio en el que clavarse.
Mejor sola que simplemente acompañada,
mejor ciega que ver sólo sombras.
Salimos de la caverna y nos quedamos deslumbrados,

parece que hay más seguridad dentro, 
o eso nos hacen creer.

No quiero violencia ajena,
bastante tengo con ver en el espejo a mi peor enemiga.
No merece la pena arreglarse si lo que vemos después nos gusta más,
te levantas y te ves fea, canija.

Yo estoy en contra del suicidio,
y se hacen en mi cabeza las palabras más sonadas.
Intento convencerme de cosas que no creo,
invento argumentos que arreglen mis pensamientos.

SOY una bala perdida, 
y no creo que haya esperándome un pecho en el que clavarme

Lo siento, siento no poder vomitar esperanza
Mis palabras hablan de mí, no de ti
El amor para mi ya no existe

miércoles, 29 de agosto de 2018

Y estar triste no fue suficiente para evitar enamorarme




No fue en First Day
No fue el día que grabé
No sé cómo, 
pero encontré una carta

Y apareció él

No fue su voz ni su tacto,
una intuición

Una necesidad que crece sin esfuerzo

Que me va cortando la respiración al pensarte
y me van ardiendo ganas de abrazarte
de soñar a tu lado
de comerte

Y he perdido el miedo antes de estar a tu lado

Antes de tocarte
Antes de olerte
de abrazarte
de besarte

Y cuando vi,
me diste ganas de vivir

lunes, 27 de agosto de 2018

#Cuéntalo



Yo con 12 años fui violada

En realidad a mí, con 12 años,
me violó un hijo de puta.

Pero nos sale así,
ponernos como sujeto,
como quien ha provocado el acto,
como quien tiene la culpa.

Él con 19 años me violó,
violó a una niña de 12 años.

Y las amenazas eran tan absurdas,
que hoy le hubiera partido la cara.
Me dijo que diría que soy una puta,
que me follo a cualquiera en la playa.

Yo no lo conté.
Enfermé durante meses.

Pero no lo conté,
y al cabo de los años,
me siento culpable del silencio.
De la vergüenza que lleva el silencio.

No lo conté por vengüenza,
porque sentía que era lo mejor.

Y lo mejor es la denuncia,
sea como sea, 
si ya ha pasado tiempo,
cuéntalo por aquí.

Cuéntalo por dónde te dé la gana,
pero quítate la culpa y la vergüenza.

Y dale su sitio al agresor,
dale número a las víctimas,
y dile al mundo que estás lista,
que callarte, no te pasará jamás.

Espero que los muertos futuros, 
sean por defensa propia.

y que la víctima se sienta arropada
y no encarcelada.por su defensa.
Que la condena pública,
sea para el hijo de puta.

#yosítecreo
#hermanayosítecreo
#lamanadasomosnosotras


Fotografía original de Santi Castaño 


Y tú ¿Cómo quieres que te quieran?

Cuando la vi por primera vez, su pelo rojo estaba despeinado, más adelante descubriría que es algo habitual en ella.
Llamaba mi atención como una sirena de policía que hace palpitar tu corazón porque llevas porros.
Me embobé con ella, como si fuera aquel caramelo gigante y blandito que obserbas de niño en la pastelería de al lado de casa. Babeaba con su torpeza al caminar, con su tic nervioso de labios.
Nunca supe por qué le avergonzaba tanto caminar sola. Ese día creo que sabía que la estaba observando, aunque ni siquiera se hubiera dignado a mirarme. Llegué a pensar que era bastante creída, pero joder, que buena estaba, que me sentí en el cielo el primer día que la ví, y lo de menos era si se veía guapa o no, simplemente para mí era completa, a primera y última vista.
Y me paró el corazón.
Dió un vuelco a esa noche, no lo entiendo aún, me tuvo preso dos meses.
Me obsesionó tanto que me informé de quién era, y la encontré. Se convirtió en mi vida.
El día que la encontré, también estaba despeinada. Caminaba con su perra, curiosamente ésta, le daba seguridad. Vestía cómoda y desgarbada, pero sus curvas y sus gafas de sol le daban el desparpajo necesario para ser la mujer más sexi del mundo.
Solo se le veía a ella entre la multitud, era tan llamativa como única, rozando el escentricismo estético. Pero que buena estaba.
Vvimos dos meses de amor, yo estaba obsesionado en corregir sus errores, y cada día, me demostraba que no era posible.
Cambié su forma de vestir, calmaba sus ganas de vestir a su estilo. Traté de que engordara, cuando la ví por primera vez, me fijé en sus caderas anchas, de mujer fértil, pero estaba muy delgada.
Y ella cada día fumando más porros, cada vez más deprimida. Yo empecé a agobiarme.
Un día salí de casa para estar fuera el fin de semana, le agarré la cara, y le dije, son dos días gorda, dos días.
Pero al dejarla detrás de la puerta al cerrar, la vi muy lejos.
Y me dió ansiedad. Y empecé a ponerme violento. Y empecé a no dormir bien. Y la segunda noche, supe que no quería volver con ella. Con la desgarbada pelirroja, tan cariñosa y atenta siempre. No es para mi.



- Y no volvió ni a dejarme.


viernes, 20 de julio de 2018

AMIGO


Y, a veces, lo más difícil no es reconocértelo a ti amigo, sino a mi misma cuando me pones esos ojos de frente, con esa mirada de no partir jamás un plato queriendo, pues sabes qué amigo, al final serás tú quién me partirá el corazón.

Ya sabemos que el cuerpo lo abrigas, pero no hay forma de quitar de frío del alma.

Me volví a acordar de tí, amigo, de tu sonrisa de niño bueno, del miedo que me daba tocarte.

Y me partiste el corazón, efectivamente de una forma o de otra, me partiste el corazón amigo. Y no paro de recordar de repente nuestras charlas hasta el amanecer, tu piel que no quería irse. El cómo deseábamos lo que no hacíamos, y casi el roce era pecado.

Porque amigo, yo estaba rota, y tú lo sabías. Tenía el alma en los pies, y tú lo sabías. Creo que eras la única persona que lo notaba, porque estamos conectados.

Pero hiciste tu vida como es normal, ¿quién espera a una enferma terminal?

Y dejaste ir ese sueño de acurrucarnos sin prisas, sin nervios, sin porros. Te quedaste con lo que buscabas. Y me alegro por tí, aunque me duela, aunque patees mi corazón cada vez que me rozas, y me cuesta admitir que ya no hay esa química de antes.

Todo comenzó cuando me hundieron sentimentalmente la vida, cuando el niño de "Los libros que me escribías", <se llevó mi miedo, mi vergüenza y mi culpa, me dejó sintiéndome en calma, en paz conmigo misma, pero se fue. Y me dejó con pena, con la misma tristeza, pero sin miedo, vergüenza, ni culpa>. En ese mismo momento llegaste tú, amigo.

Incluso un poco antes diría yo, y tú también participaste en que me volviera desconfiada. Y solo fue una apuesta y una medio cita que no llegó a nada porque preferiste lo anterior en ese momento. Y yo también elegí mal, porque se me cruzó el niño.

Y sigo siendo la niña más triste del mundo, tan triste tan triste, que deprimo a todos los que osen mirarme. Sigo sin saber controlar mis sentimientos, por eso estoy siempre sola. Aunque ahora intento volver a confiar en las personas. Me cuesta interiorizar lo que me enseñó el niño, <que realmente solo yo misma puedo encontrar la felicidad eterna en mi corazón>.

Y aunque <hay cuentos sin final>, yo he venido aquí a buscar el mío. Y no me refiero a mi muerte, sino a la felicidad, a aprender a no dejar escapar las oportunidades, a escuchar, a expresarme, a sentir que estoy viva.


1 "Los libros que me escribías" relato subido en esta página el 8 de marzo de 2017

martes, 17 de julio de 2018

Tu paleta rota...

Por nada volvería contigo
y lo digo con tanta seguridad que no me lo creo ni yo

¿Que quieres ser mi amigo?
¿Y hacerme sufrir cada segundo que pase contigo?

Y no volver a chocarme contra tu paleta rota

Si ya dueles en la distancia cabrón
Y cada letra es una lágrima
Jamás volveré a engancharme a tu cuello
¿Y me pides amistad? ¿Que te salude?

Si tú eres tan frío como para pedirlo
Yo seré sincera para decidir lo contrario
No quiero que vuelvas a apagar mi cielo
Ni que me acerques tu aliento

Sólo quiero volver a amanecer sin necesitarte
Y querer es necesidad
No me creaste con tu actitud ningún apego
Sólo me enamoré de tí y no te lo perdono

Yo te propongo que seamos enemigos
Sin que sepas lo que duele este sufrimiento que palpita en mi pecho
Y no volver a verte en la vida

¿Que te salude?

Prefiero matarte
Preferiría morirme yo